Mientras el Bitcoin acaparaba titulares esta semana al marcar nuevos máximos históricos, otras criptomonedas de peso han protagonizado subidas aún más notables. Es el caso del XRP, el token vinculado a Ripple, que ha registrado un ascenso del 7 % en las últimas 24 horas y del 25 % en apenas una semana, superando con creces la rentabilidad reciente del propio BTC.
A más largo plazo, el rendimiento del precio de XRP sigue destacando. En los últimos 30 días, ha ganado un 23 %, frente al 10 % del Bitcoin. Y desde que comenzó el año, el Ripple acumula una revalorización del 33 %, superando también al BTC y al resto de criptomonedas del top 10 en todos estos periodos.
Uno de los factores clave tras esta escalada ha sido el anuncio de un acuerdo entre Ripple y BNY Mellon, la entidad financiera más antigua de Wall Street. Este banco custodiará el RLUSD, el stablecoin de Ripple, un movimiento que ha reforzado la confianza del mercado.
Además, esta semana el consejero delegado de Ripple, Brad Garlinghouse, compareció ante el Senado de Estados Unidos, donde reiteró que el XRP no debe considerarse un valor mobiliario. Sus palabras alimentaron el optimismo en torno a la resolución del proceso legal que Ripple mantiene con la SEC desde hace más de cinco años. Algunos analistas apuntan incluso a un posible desenlace inminente, quizás este mismo fin de semana.
El cierre definitivo del caso abriría la puerta a la aprobación de un ETF spot del precio de XRP por parte del regulador estadounidense, lo que podría desencadenar una entrada masiva de capital institucional.
Desde el punto de vista técnico, el XRP ha rozado los 2,98 dólares, nivel que no alcanzaba desde el 2 de marzo. También ha recuperado su media móvil de 200 días, un indicador que suele anticipar cambios de tendencia positivos.
Sin embargo, el umbral psicológico de los 3 dólares se perfila como una resistencia clave. Los indicadores de sobrecompra —como el RSI— sugieren que podríamos ver una pausa o corrección en el corto plazo. En caso de retroceso, los niveles de soporte más relevantes se sitúan en los 2,65 y 2,50 dólares. Si logra romper al alza, el siguiente objetivo estaría en los 3,40 dólares, máximo anual registrado en enero.
Por último, conviene estar atentos a los datos del IPC de EE. UU., que se publicarán el martes. Un dato inferior a lo previsto podría reforzar las expectativas de recortes de tipos por parte de la Fed, favoreciendo así a los activos digitales.
Mientras tanto, algunos inversores están mirando hacia alternativas emergentes como Bitcoin Hyper, un nuevo proyecto de capa 2 sobre la red BTC que ya ha recaudado más de 2,5 millones de dólares en su fase de preventa.